Me pongo firme,
aunque mientras más duro
más fácil de quebrar.
Estoy confundida,
le busco la esquina a lo que siempre fue una rotonda
y sus infinitas vueltas que me dejaron
sin norte, sin canto y sin amar.
Vuelvo a abrir los ojos en la oscuridad,
como si estos fueran a revelar el ¿por qué? de naufragar,
de flotar en el vacío existencial que te queda después de soñar..
y, antes de volver a empezar