30/4/19

Yo que nunca fui de los que aguantan, 
aprendí a dar el brazo a torcer 
cuando encontré en tu laberinto el aprendizaje del perdido, 
perdido que no encuentra lo que busca 
pero si le encuentra sentido a lo encontrado 
y es entonces que yo te miro 
y.. ya no me persigo. 
(aunque a veces haya un poco de dolor.)